En nuestro centro para niños de Zaragoza somos perfectamente conscientes de la importancia de la estimulación temprana. ¿Y tú? ¿Sabes en qué se fundamenta y cuál es su repercusión en el futuro de los niños y niñas? Lo vemos todo en las siguientes líneas.


La estimulación en edades tempranas les ayudará positivamente en su desarrollo posterior a distintos niveles y contribuirá a que puedan alcanzar mayor autonomía personal. En esencia, es darles herramientas para que desarrollen de forma precoz competencias motoras, socioafectivas, lingüísticas y cognitivas. Los expertos en  estimulación temprana del CEI Nuestra Señora de la Paz saben bien que el cerebro de los bebés recién nacidos puede tener entre un 30 y un 60% más de neuronas que el de los adultos. Las uniones entre las neuronas (sinapsis) son además más abundantes y llegan a su máxima densidad durante los primeros 15 meses de vida.


Por todo lo anterior, es fundamental que en cualquier centro para niños de Zaragoza se aproveche esa etapa de plasticidad del cerebro para promover la estimulación. Respetando siempre los períodos sensitivos de los niños y sin olvidar que las deficiencias y la falta de estimulación durante el primer año de vida del bebé pueden complicar el desarrollo futuro de sus habilidades motoras, cognitivas, lingüísticas y sociales. Para terminar, queremos diferenciar entre dos conceptos: atención temprana y estimulación temprana. La primera es el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno para responder lo antes posible a las necesidades transitorias o permanentes de los niños con trastornos en su desarrollo o con riesgo de padecerlos. En definitiva, los objetivos básicos de la atención temprana son optimizar las posibilidades de desarrollo, reducir o evitar los efectos secundarios de los posibles déficits detectados y tratar al niño como un sujeto activo.