En las escuelas de educación infantil en Zaragoza se presupone siempre la capacidad de garantizar el “bienestar físico” de los niños, pero todos los padres saben que lo que pedimos a una guardería es mucho, muchísimo más.

Una polémica reciente abrió los ojos a muchos sobre lo en serio que debemos tomarnos el papel de los centros como el nuestro. Un político mencionó la palabra “guardería” y fue duramente criticado. Es porque hoy no queremos que “guarden” a nuestros hijos, sino que los eduquen, probablemente en la época más crucial de su vida en cuanto al aprendizaje.

Las escuelas de educación infantil en Zaragoza y en todo el país tienen que cumplir normas de sanidad, arquitectónicas y sobre todo de formación del profesorado para que se hagan realidad estos objetivos:

-          Conocer su cuerpo y el de los demás.

-          Explorar su entorno familiar, natural y social.

-          Lograr autonomía poco a poco. Desde controlar sus esfínteres hasta alimentarse por sí solos, vestirse y preocuparse por su salud.

-          Desarrollar sus capacidades afectivas. Los estudios más serios, ya conocidos, en este campo muestran que durante los primeros años de vida, antes de los seis años, es tan importante o más el aprendizaje del amor y la colaboración como el del lenguaje verbal o cualquier otra capacidad intelectual básica.

-          Relacionarse con los demás, aprendiendo a solucionar conflictos pacíficamente.

-          Aprender a comunicarse.

-          Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, la lectura y la escritura y en el movimiento, el gesto y el ritmo.

Todo esto es lo que acredita en última instancia la homologación de nuestro centro, CEI Nuestra Señora de la Paz, por el Ministerio. Ven y conócenos en persona.